Una investigación publicada en el American Journal of Clinical Nutrition, encabezada por la Universidad de Alabama en Birmingham (Estados Unidos), demostró que tomar desayuno o no hacerlo no influye en el peso de las personas.
Los investigadores llegaron a esta conclusión luego de pedir a dos grupos de 150 voluntarios cada uno que por 16 semanas o bien se saltaran el desayuno, o lo tomaran sin falta. Pesaron a los participantes al comenzar y al finalizar el estudio, y no se vio ninguna diferencia en la variación del peso entre ambos grupos.
Según dijo a The New York Times Emily Dhurandhar, quien participó en la investigación, si lo que se quiere es bajar de peso, «el desayuno es tan importante como cualquier otra comida».
Otra investigación, efectuada por la Universidad de Bath (Inglaterra) a 33 personas -todas delgadas-, demostró que luego de seis semanas no variaron los niveles de colesterol ni de azúcar en la sangre, fueran los participantes habían tomado desayuno o ayunaron durante ese tiempo.
Más lúcidos. La única diferencia era que quienes habían tomado desayuno tendían a hacer más actividad en la mañana: en promedio, gastaban 500 calorías más, pero también habían comido cerca de 500 calorías en el desayuno.
Eso sí, el doctor James Betts, quien lideró este estudio, explicó que son necesarias más investigaciones ya que se trataba de un grupo reducido y además no se sabe qué sucede al ayunar entre las personas con sobrepeso.
Con él coincide la doctora Jennifer Humphreys, nutrióloga de Clínica Alemana, quien agrega que ambas investigaciones fueron hechas por muy poco tiempo para llegar a conclusiones terminantes. «El cuerpo necesita comer en la mañana para empezar el día; así se le da al organismo la señal de que tiene energía para moverse y también para pensar mejor. El cerebro funciona principalmente con la glucosa que le entregan los alimentos más que con las reservas del organismo».
En un desayuno balanceado, agrega Humphreys, se consume cerca de un tercio de las calorías diarias. En ese momento lo ideal es comer una porción de carbohidratos (pan o cereales por ejemplo), una porción de proteínas (lácteos, pavo o soya) y fruta.
Además, otros estudios también han asociado el tomar desayuno a efectos positivos. El año pasado, en la revista Circulation, por ejemplo, se demostró que quienes toman desayuno tienen un menor riesgo de sufrir problemas cardíacos.